-“Porque la vida es un sueño para realizar…
En aquella verdad, cual quizás para nuestros ojos,
No se vea como la realidad”-
- LOS SUEÑOS.
Quizás, para muchos los sueños sean, como esas imágenes que vagan por el viento; que como llegan se van. Para otros, quien sabe…
- ¿Y, SI…?
No me considero un gran soñador, aunque podría contar algunas historias referentes al tema. Pues, una amiga me sugirió que contara acerca de aquellos viajes. Es extraño, porque nunca he sabido que pensar de eso; de lo que podría ser una realidad, o una simple suposición de los tan lejanos paisajes.
-LA HISTORIA-
“Para empezar, debo aclarar que la vida es eso que uno planifica para realizar, y creo que ya he pasado por ese proceso, por lo que pienso que lo que queda es vivir. La historia, es un simple sueño, o tal vez siento que lo sea así. Pasear por los valles de la vida es una cuestión de soñar”.
Antes de acostarme, hice lo que siempre acostumbro: apagar la computadora, cepillarme y meditar un poco (Aparte de agradecer al Padre y a los Ángeles por cada día). Siempre he tenido en mente aquello, porque la vida es un regalo.
Luego de meditar, paso por un proceso de sueño consciente; para probar un pequeño desdoblamiento con mí parte etèrica y cristica, así puedo ir a lugares desconocidos a lo que nuestros ojos pueden observar.
Aquella noche sentía una paz anormal; casi siempre los anocheceres son agradables… pero aquella, estaba envuelta en una depresión que había adquirido durante el día; pues, los días escolares eran difíciles a menudo, y encontrar el equilibrio entre la preocupación por los exámenes, las molestias que me hacían pasar mis compañeros y la meditación para absorber esas energías y sentimientos, era complicado. Aunque, ese día fue aun más fuerte, y me sentía sin fuerzas para restaurar mi ánimo, y recordar mi futuro; por lo que acudí a buscar a través de mis sueños, algo que me motivara y quizás recibí una dispensación, por el esfuerzo espiritual.
Me dormí en tranquilidad, luego de sobresaltos, cuando decía: -No puede ser, ¡Por qué esto?... y empecé a soñar, a ver un poco mas allá…
-UN FUTURO, UN SUEÑO, LA VOLUNTAD A ALCANZAR-
Me encontraba caminando, en un lugar distinto, muy seguro de mi paso; tenía una inquietud, de realizar un viaje a lo que sentía en aquel sueño, por lo que supondría que debía estar preocupado por algunos papeles que me quizás me faltarían para ese viaje. Lo más curioso era al ver mi contextura física, me observaba mayor a mi edad (Como entre unos 27 años): De mi estatura promedio, pero con el cuerpo más maduro (más no gordo (risas)), de chaqueta de cuero marrón… entre otras características - ¡Cónchale soy mayor! (Decía yo como en tercera persona, fuera del personaje del sueño). En una acera, caminaba como algo apurado, cual destino, inconsciente y exacto la ruta me conducía hacia él.
Casi toda mi vida, estuve inseguro de mis actos, y pensaba antes de que la circunstancia sucediera; por lo que en el sueño temía que “mi otro yo”, estuviese en peligro. Mi sorpresa llego, cuando el destino a llegar se empezó a ser más corto y el paso más lento y armónico, donde una sonrisa pintaba mi rostro para algo especial; Yo sentía: -mi vida-.
Y al ceder mi caminar, se acerco a mi apreciación las figuras de dos personas, una más alta que otra, y me preguntaba: ¿Quiénes serán?, ¡estarán esas personas en la causa de que en aquel mí rostro (Un poco más viejo (risas)), tuviera una sonrisa de amor y satisfacción por la vida no muy común, por lo que pudiera decir acerca de mi presente?
Al acercarme un poco más a aquellas personas, me detuve; y la imagen tuvo una nitidez clara, que termino por callar mi intriga, y accedí a la apreciación: Era una mujer y una niña; ambas hermosas, cuyos rostros reflejaban paz y armonía, aunque el de la niña, era el de una común “chiquilla traviesa (risas)”. La mujer vestía, con un suéter de color verde o azul oscuro (no lo recuerdo bien), y blue jean; era blanca, de estatura baja y cabello más o menos largo de color castaño. La niña, también tenía un suéter como rosado, y el cabello bastante largo, tenía entre unos 6 o 7 años. Me impresionaba, la ternura de la pequeña y aun más lo que me decía: -¿Papi, cuando llega el taxi?-.
Al ver tantas situaciones distintas, no sabía distinguir si era un sueño o la realidad, la mujer me abrazaba, y la niña igual. En un sentir interno, pude discernir que ellas eran mi esposa y mi hija. Cuando me abrazaron, esa tercera persona de mí, desapareció y se integro a la consciencia de aquel “otro yo”; cambiando varios aspectos de mi personalidad: mi forma de hablar era distinta, de pensar, de ver las cosas. En ese momento, pude observar el panorama mejor: Me situaba frente a un centro comercial, en una estación de taxis; veía los edificios, los automóviles de un lado para otro, las personas como en un día normal; el día estaba nublado y frio, y a pesar de lo real que vivía aquel instante, no recordé el nombre de aquel lugar, donde me situaba junto a mis dos motivos.
Y entre tantas vibraciones de amor, las dudas y el dolor de un día se fundieron en la nada; y dieron lugar al paso de observar aquel mágico y etéreo momento; cual en la intuición sentí, que será uno de los tantos que habrán dentro de unos años, cuando la adolescencia termine, la universidad pase, y el comenzar de la vida en familia llegue a mi libro de vida.
Luego de tal instante, llego el tan mencionado taxi que mi pequeña niña mencionaba, en su desesperación normal de cualquier crio; y al montarnos en él, el paisaje se fue tornando menos nítido y más oscuro, apagándose como un televisor viejo; que al finalizar dio paso a mi despertar consciente, donde una fotografía se grabo en mi memoria, y cual paisaje quedo en un hombre y su familia, aquella luz, que es el motivo por el cual estamos en esta vida: Amor.
- UNA PEQUEÑA NOTA.
Para soñar, solo hace falta estar vivo… y unos creen en la muerte, pero no es así; nunca morimos, solo pasamos de dimensión. Y lo digo: quizás ese sueño que tuve, haya sido un simple sueño, pero quién sabe si tal vez será así mi futuro. Lo importante no es vivir, sino tener motivos para ello, y yo los tengo.