jueves, 26 de febrero de 2015

Recuerdo De Los Siglos


Recuerdo de los siglos…
Me has tenido ausente.
¡Mira mi corazón palpitando¡
Mira este amor presente.
Recuerdo que cantas de nuevo…
Observa con detalle:
Las praderas de flores,
De un sentimiento que nace.

Bien sabes que tienes tanto,
Por contar, como el mundo.
Pero dinos ahora de este canto,
Si siempre fuimos dos,
Porque ahora somos uno.

Mírame si te hablo…
¡Amo tanto con el alma!
Dime si suspiro…
¿Por qué mi corazón está en alza?
Se siente cálido amar,
No sufro, pero ¡amo!
¡Este es otro cantar!

Recuerdo de los siglos…
¡Míranos de nuevo!
¡Ya hace tanto tiempo…
De este amor sincero!
Recuerdo que me tienes ahora…
Fue tu canto un dulce desposorio,
Entre dos almas que se tuvieron…
Y tus designios los separó.

Se cumplió tu palabra,
Y nos despiertas de otro sueño.
Dejando las huellas del alma,
Que junto a nuestras manos,
Y con un beso sello un juramento.

Recuerdo de los siglos…
¡Tanto estoy amando!
¡Permítenos mantener juntos nuestros corazones!
¡Permítenos ser uno en dos, entre los días y las noches!
¡Permítenos el ahora!
¡Permítenos el mañana!

Hemos de ser dos,
Ante el mundo de hoy.
Entre un amor y una promesa,
En tu canto y el mío.
Dos voces que entonan,
La melodía de un amanecer…
Siguiendo los pasos de un sentimiento,
Que nos hace nuestros,
Y como una flor ha de crecer.

-Luis J. Cabrè-


Una Cicatriz En El Alma


Parece ser su belleza;
Creando acuarelas de Dalí,
Sobre un vil…
Maquillaje de ojeadas;
Su aroma que emana,
“El aspecto deseado”.

Una cicatriz en el alma,
Una causa, una reacción,
Esconde su ser…
Desvanecer del sol en su piel;
Indagando en rostros,
La pieza que faltó.

Un recado extenso,
Expresiones gratas,
Fingidas…
Entereza en alza,
Palabras en cocción,
Ansias cuales dejó.

¿Qué le diré al tiempo?
Pensamientos,
Sin destinos...
Ocultando su alma.
Y observo abundancias,
De sentimientos,
Reprimidos.

Dibujaré vientos en claves,
Besaré las marcas presas,
Paisajes...
Rozaré su mejilla,
Aun sin ver el panorama;
-Sus cartas-...
Un surco del resplandor.

Descubriendo la audacia,
Disuelta en su voz;
Anhelándole al rincón,
Que diluya un signo...
En las pestañas corridas,
En su gracia fémina,
Sendero desconocido.

En el cortejo,
Juzgando nuevos cielos,
Como versos de Dante...
Cantos intensos;
A simples líneas,
De “carácter discreto”.

-Luis J. Cabrè-


lunes, 23 de febrero de 2015

Entre Las Horas Ausentes

Callo mis silencios en la penumbra ausente,
Me observo y te observo,
En la distancia presente de mi memoria;
Y hasta ahora comprendo,
En el sueño al que huyo,
Cuando el vacio toma el trono de los lamentos…
Que para tanto llanto,
El beso lastimará mi tormento.

Tal vez en la misma lejanía,
Tu recuerdo yace en mi presente;
Acariciando mi impaciencia…
¡Y mi observas sonriente!
Como sumiendo que el ayer y el ahora y él para siempre,
Lo has tomado tuyo.
Y que lo he dejado huir hacia ti,
Entre tanto que en el sueño alhelí,
Tu mirada acecha nuestro juramento.

Es el beso divino,
Entre las horas ausentes de mis pensamientos.
Donde no te dibujo, ni de ti ya no huyo
Te tengo, y ¡me conformo!
¡Lo sabes todo!… y lo callo, y aun así sabes que de mi alma,
El alcance de la lanza de nuestro amor,
Es imperio para la presa de nuestro dolor.

Callo mis memorias, callo mi consciencia… al frio perecedero.
Callo mis victorias y los fracasos.
¡Y todo lo que has curado en mí, sin un solo beso!
Pero, has besado mi alma;
Pero, has roto el hielo de mis tormentos.
Y ya de ti me hago tuyo,
Y ya de ti mi sueño taciturno,
Roza mi pensamiento al filo tu corazón.

¡Siempre lo has sabido!
Siempre tuyo fui, aun sin el cruce de nuestros dedos.
Que el callar no me da derechos,
A que tu alma en mi encuentro,
Tome mi vida en el silencio de mis escorias.
Y así tomándome tú, en el peso de mis memorias,
Con el amor profeso,
Que mantuvo tu igual silencio.
E hizo del mío, armonía de nuestro encuentro,
Y él jamás dejarme partir,
Sin aun la palabra pronunciada de tu beso.

-Luis J. Cabrè-