¿Qué habrá, en su mirada, mimada?,
La cual me expresa, simplemente, algo de ella;
Y no comprendo, no comprendo, no…
Cada movimiento, y la quiero…
Aun más, ¿qué me dirá? Recuerdo,
Ah, el primer día, que nos conocimos,
¿Sabes? el amor simplemente nace,
Pero no, no he descubierto el ropaje…
Que abraza, cada color de su mirada,
Una respuesta que no comprendo, mi alma…
Se confunde en la seducción, de su sarcillo;
Pestañas inquietas, una bienvenida,
Al sentirme vivo;
Dígame usted, ¿no es tan hermosa?,
¡Una princesa rosa!,
De carruaje desconocido.
¡En donde vivirá, en cual castillo!
Que ya sin ella ¡Ya no vivo!
Y que habrá, que habrá en su mirada,
Preciosa, hermosa, mi amor;
Y que hay, que hay un su fotografía,
Pincelada…
Que me asusta,
Con un respiro en el corazón;
Que me gusta, me encanta,
Con un sustico de pasión, mi amor.
Una línea en la gema de su aroma;
Mucha forma, poca mía,
En descripción, de tan linda…
Princesa.
¡Y comienza de nuevo la historia,
Del confundido no más!
¿Qué habrá, en sus ojos, en sus labios?,
Cuales me miran, y de más hablan callados,
Y no comprendo, no comprendo, no;
Dígame usted, ¿no es perfecta?,
Mi encantada sirena,
Del océano desconocido
¡En donde vivirá, en cual castillo!
Sin ella ¡Ya no vivo!
Y que habrá, que habrá en su mirada,
Preciosa, hermosa, mi amor;
Y que hay, que hay un su fotografía,
Pincelada…
Que me asusta,
Con un respiro en el corazón;
Que me gusta, me encanta,
Con un sustico de pasión, mi amor.
Una línea en la gema de su aroma;
Mucha forma, poca mía,
En descripción, de tan linda…
Princesa.
De mi más presente pausado,
En pose, adorada, sin dioses…
Ya no vivo no, no…
Y que habrá, que habrá en su mirada,
Preciosa, hermosa, mi amor;
Y que hay, que hay un su fotografía,
Pincelada…
Que me asusta,
Con un respiro en el corazón;
Que me gusta, me encanta,
Con un sustico de pasión, mi amor.
Que me gusta, me encanta,
Con un sustico de pasión, mi ardor.
Pincelada.
Pincelada.
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